¿Por qué rediseñar el escudo de la ciudad?
En tiempos de creciente homogeneización cultural, conservar estos emblemas es clave para fortalecer la identidad local y valorar la diversidad.
Aunque, en general, los escudos municipales tienen un gran valor histórico, es importante que se adapten a los tiempos actuales. Rediseñarlos no implica borrar el pasado, sino reinterpretar con una mirada fresca que conecte con las nuevas generaciones.
Actualizar su estilo gráfico y funcionalidad permite que sigan siendo símbolos relevantes, capaces de convivir en contextos tradicionales y digitales, desde una bandera hasta el icono de una app.
En este caso se conservaron los elementos simbólicos más representativos, que suelen tener un fuerte arraigo cultural.
La simplificación gráfica es el concepto fundamental que se utilizó en esta adaptación: un diseño más limpio y claro que mejore su estética y lo haga funcional en múltiples formatos, especialmente digitales. Representar lo esencial con pocos trazos, mantener la coherencia del grosor y usar un solo color fueron estrategias efectivas para lograrlo.
El siguiente paso a nivel gráfico sería el desarrollo de un manual de marca y posteriormente su integración en una marca-ciudad, la cual ayudaría a mejorar la gestión interna, la percepción ciudadana, el impacto económico y el posicionamiento del municipio.
Nota:
Escudo municipal y marca de gobierno: funciones distintas, identidades complementarias.
Desde una perspectiva institucional, es fundamental distinguir entre el escudo municipal y la marca del gobierno en ejercicio. El escudo es un símbolo de carácter permanente, que representa la historia, la identidad colectiva y la legitimidad del municipio a lo largo del tiempo. No pertenece a una administración específica, sino a la comunidad que representa, funcionando como emblema oficial ante organismos públicos, jurídicos y culturales.
Por otro lado, la marca de gobierno —logotipo, lema o identidad visual— responde a una estrategia de comunicación política temporal. Su función es proyectar los valores, objetivos y estilo de gestión del equipo de gobierno actual, aportando cercanía y modernidad en los canales institucionales y campañas.
Respetar y preservar el escudo como símbolo estable de identidad es clave para reforzar la legitimidad institucional y la continuidad del Estado local, más allá de los ciclos políticos.